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Fragmento de
un Breviario
compostelano de los siglos XII-XII en el cual se conservan parte de los textos del
canto dramatizado del Pastores dicite.
ACS.
Doc. sueltos S23/18.

Breviario
compostelano de 1497 en el que se recoge el texto del canto dramatizado
del Pastores dicite. Ejemplar de la Academia de la Historia de Madrid (Inc.
148).
Breviarium
ad ritum et consuetudinem almae Compostellanae ecclesiae, Nicolaus
de Saxonia, Lisboa, 1497, cap. De nativitate Domini, fol. XIII v.
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Teatro latino:
Los dramas litúrgicos
3.- Representaciones de
pastores (Officium
pastorum)
A imitación de los usos dramáticos de las festividades de Pascua se
introdujeron en las misas y celebraciones litúrgicas navideñas tropos
dialogados compuestos según el modelo del Quem queritis in sepulchro. En la interpretación de
estos tropos nunca se alcanzaron los niveles de espectacularidad que lograron
los tropos de Pascua, aunque muchos estudiosos hablan de la existencia de dramas
litúrgicos navideños denominados Officium Pastorum, cuyo contenido es el
anuncio del nacimiento de Cristo hecho por los ángeles a los pastores, y la
posterior adoración de éstos ante el pesebre siguiendo a Lucas 2, 7-20.
Representados desde finales del siglo XI o
comienzos del XII en el oficio de Maitines del día de Navidad, en sentido
estricto, es decir en versiones latinas para el oficio de Maitines, sólo se
conocen media docena de piezas procedentes de las catedrales de Rouen, Padua y
Clermont-Ferrand.
Se han aducido como razones para explicar la escasa
difusión y desarrollo de este drama litúrgico su carácter tardío y artificioso,
su escasa adecuación al contexto del oficio de Maitines y de la primera misa del
día de Navidad en el que se trataba del anuncio por parte de los Profetas de la
venida del Mesías, y la competencia de los dramas del
Officium Stellae del día de Reyes en los
que se incluían frecuentemente las escenas del anuncio y la adoración de los
pastores.
El diálogo entre el ángel y los pastores se
cantó también en forma dramatizada en el oficio litúrgico de Laúdes, que se
celebraba entre la primera y segunda misas del día de Navidad, en el cual dos
grupos de cantores interpretaban antífonas de estructura dialogada que se
repetían a lo largo de la primera parte del oficio, como eran el Quem
uidistis pastores o Pastores dicite. Estos cantos litúrgicos
dramatizados están bien documentados en Francia y España, donde tuvieron amplia
pervivencia dando lugar a espectáculos populares de la Adoración de los
Pastores dentro de los templos, por ejemplo en las catedrales de León y Toledo
o en la abadía catalana de Montserrat donde en el siglo XIV se seguía denominando a la ceremonia
Officium Pastorum.
De finales del siglo XIV y, sobre todo, del
siglo XV, tenemos también noticias de representaciones vernáculas, celebradas ya
fuera de las iglesias, en las que se ponían en escena temas navideños
(Nacimiento, Pastores y Magos), bien como piezas aisladas o formando parte de
grandes Misterios cíclicos. En la Península parece que fueron especialmente
populares los dramas de pastores y los de los Magos, y para muchos las Pastoradas y dramas populares de Epifanía que todavía se representan, o se
representaban hasta hace pocos años, en León, Murcia, Mallorca y otros lugares,
serían pervivencias o rebrotes de las representaciones medievales (en el norte
de Portugal está documentada la existencia de las Pastoradas hasta finales del siglo XIX,
cuando las prohibió (1895) el obispo de Bragança, D. José Alves de Mariz,
amenazando a los párrocos con la suspensión si asistían a ellas o las
toleraban).
En Galicia, no tenemos pruebas
fehacientes de la existencia de dramas litúrgicos del Officium pastorum, aunque sí
indicios de la
existencia de un canto dramatizado de las antífonas de Laudes y de la segunda
misa del día de Navidad (Quem uidistis pastores o Pastores dicite
),
ejecutadas por dos grupos de cantores que alternaban las respuestas (Breviarios compostelanos del
siglo XIII y de 1497), y noticias de representaciones de pastores en conventos
de clarisas (véase el capítulo dedicado al
teatro franciscano).
Prueba de la
antigüedad en Galicia de los diálogos litúrgicos navideños cantados es
el descubrimiento en 2008 en el Archivo de la Catedral de Santiago de
fragmentos de un breviario manuscrito medieval (probablemente de
principios del siglo XIII), en el que aparecen los textos con notación
musical (ACS. Doc. sueltos S23/18):
-Quem
vidistis, pastores, dicite,
annunciate nobis,
quis apparuit?
-Natum vidimus et choros angelorum
collaudantes Salvatorem Dominum.
Angelus ad pastores ait:
Annuntio vobis gaudium magnum,
quia natus est vobis hodie
salvator mundi.
-Pastores, dicite quidnam vidistis,
et annuntiate Christi nativitatem:
-Infantem vidimus, pannis involutum,
et choros angelorum laudantes
Salvatorem.
No puede afirmarse con rotundidad que, como sucedió en otros lugares, estos diálogos litúrgicos
cantados hayan dado lugar en Galicia a espectáculos populares de la Adoración de
los Pastores en el interior de los templos; pero quizá los villancicos,
aninovos y panxoliñas navideños y los cantares de Reyes,
una tradición atestiguada ininterrumpidamente en Galicia desde el siglo XVII
hasta la actualidad, no sean sino vestigios, tocados por una pluma culta, de un
antiguo teatro religioso pastoril popular o popularizante, representado a modo
de belenes vivientes en nuestras iglesias.
Para Ricardo Carvalho Calero algunos villancicos en
gallego del siglo XVII “poden ser considerados como pequenos dramas
paralitúrxicos”, y aunque reconoce la falta de acción en la mayor parte de
los casos, destaca un villancico de Manuel Bravo de Velasco y Pantoja (mediados
del XVII) en el que intervienen una gallega y una asturiana –cada una en sus
respectivas lenguas-, un pastor y un narrador –ambos en castellano-, entablando
un diálogo con acotaciones que aproxima mucho la pieza a la categoría de lo
teatral.
También Carlos Villanueva, en su tesis sobre
los villancicos gallegos, reconoce la existencia en ellos de elementos de naturaleza
teatral como la solicitud de permiso para comenzar (si ustedes nos dan
permiso/ comenzaremos la escena), la estructura dialogada y el recurso a los
tópicos pastoriles y a la comicidad rústica que encontramos en el teatro de Gil
Vicente o Juan del Encina. A ello cabría añadir la existencia de testimonios
iconográficos que parecen indicar que los villancicos se ponían en escena con
música y danzas: son relativamente abundantes en el arte gallego las
representaciones de la Natividad en las que aparecen pastores músicos, y
en ocasiones danzantes, cuya presencia parece ser un eco de las
representaciones teatrales que se hacían en Navidad en las iglesias (cf.
Fotos y Teatro Navideño).
Del análisis de los textos y de las disposiciones
de sínodos y cabildos se puede deducir que los villancicos se representaban en
el curso de la liturgia navideña lo que no resultó del agrado de un sector de la
Iglesia que no veía con buenos ojos estas intrusiones “populares” en los
templos. Los detractores de los villancicos no dejaron de percibir su naturaleza
teatral y así Fray Martín de la Vera en 1630 razona que si se prohíben las
representaciones profanas en las iglesias, también los villancicos deberían de
prohibirse: “... y como están vedadas hacerse representaciones profanas en
las Iglesias, sería justo lo estuviesen los villancicos, que son desta data y
calidad...”.
La representación de los villancicos debió
de consistir básicamente en canto, baile y gesticulación, siendo muy escasos los
decorados y el atrezzo, y muy simple el vestuario si juzgamos por la escasez de
datos sobre pagos en las cuentas capitulares de las catedrales españolas desde
finales del XVI, que contrasta con su abundancia en las catedrales
hispanoamericanas en las que la costumbre de escenificar los villancicos con
recursos de naturaleza teatral mantuvo su vigor mucho más tiempo.
El
teatro de Navidad debió de estar relativamente extendido
por Galicia ya que a él se refieren las Constituciones Synodales del obispado
de Tuid promulgadas por el obispo Pedro de Herrera en 1627: “la noche del
Nacimiento de Nuestro Señor Jesu-Christo (...) no se pueda hacer representación ninguna que no sea primero vista i aprovada por
Nos o por nuestro Provissor”. Tenemos además, algunas noticias de
Representaciones, Regocixos y Comedias de
Navidad en las catedrales gallegas de Ourense y Santiago.
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Retablo de Natividad con Sto. Domingo y S.
Lorenzo del Museo Lázaro Galdiano de Madrid, detalle. Maestro de
Astorga (ca. 1510-15). Los pastores danzando y tocando en el portal
de Belén aluden probablemente a las representaciones de villancicos
y dramas navideños.

Pastores músicos
en la Natividad.
Pinturas del
ábside de Sta. Mª de Proendos (Sober, Lugo, siglo XVI)

Ángeles músicos
(gaitero y tamboril) en la sillería de coro de San Martín Pinario.
Mateo de Prado,
1639-1647.

Natividad con
pastor gaitero
(Museo diocesano
de Tui, s. XVIII)
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